
Fermentados, La importancia de los probióticos en tu salud.
por Francisca Vorwerk (franvorbi2.0_cosmetologa)
- Los fermentados aumentan la flora bacteriana en nuestro intestino, mejorando la asimilación de nutrientes, la inmunidad para un sin número de enfermedades, son ricos en vitaminas y antioxidantes, lo que lo convierte en un alimento increíblemente completo.
- Pero la mayoría de los que encontramos en el supermercado son a base de vinagre, sin los beneficios que aporta la fermentación en salmuera (agua con sal).
En una época en que el cuidado personal ha ido cobrando cada vez más importancia, llevar una alimentación saludable se ha convertido en una llave esencial para lograr el verse bien por dentro y por fuera. Cada vez existe más evidencia en la importancia de cuidar nuestra salud digestiva para un correcto bienestar.
En esta ecuación, las bacterias toman un rol clave. De ellas dependen importantes procesos fisiológicos de nuestro organismo. Las hay buenas y malas. Pero el hecho es que, sin bacterias nos enfermamos.
Por eso hoy quiero hablarles de los fermentados. La fermentación existe desde tiempos remotos en culturas de todo el mundo. Existe evidencia de fermentación controlada en China, Egipto y México hace miles de años.
A principios del siglo XX empezó a pasteurizarse la leche, reduciendo enormemente las infecciones causadas por este alimento. El éxito de la pasteurización marcó el inicio de la guerra contra las bacterias, asumiendo que todas eran malas y debían morir.
La cantidad de probióticos y enzimas disponibles en la dieta promedio comenzó a disminuir drásticamente con la industrialización y pasterización de los alimentos, la alta ingesta de azucares refinados y aumento de los procesados.
Sin embargo, poco a poco hemos empezado a hacer las paces con los alimentos fermentados, la demanda de este tipo de productos está en auge gracias a los múltiples beneficios que nos proporcionan: desde la mejora de la digestibilidad y características nutricionales del alimento, hasta el aporte de microorganismos probióticos, tan necesarios para favorecer la salud intestinal.
Los alimentos fermentados contienen lacto-bacilo, promueven poblaciones de bacteria intestinales “buenas” y tienen gran cantidad de enzimas. A su vez, ayuda a regular el peso corporal. Contienen antioxidantes y reguladores del ph corporal. Su nivel de acidez inhibe las bacterias patógenas y sustancias indeseables y estimula las benéficas.
Son alimentos más fáciles de digerir (las bacterias ya han hecho parte de la digestión), cuentan con una presencia de importantes vitaminas, como varias del grupo B y la K2, clave para la salud ósea y coronaria.
Existen estudios que respaldan que los alimentos fermentados promueven el sistema inmunitario. El 70% de tus defensas están en el intestino por lo que una microbiota pobre aumenta el riesgo de muchas enfermedades.
Los mejores fermentados provienen de las verduras: chucrut, kimchi y encurtidos. Pero la mayoría de los que encontramos en el supermercado son a base de vinagre, sin los beneficios que aporta la fermentación láctica en salmuera (agua con sal). Además, suelen estar pasteurizados, empobreciendo aún más su aporte probiótico.
Diferentes alimentos fermentados aportan diferentes bacterias, aumentando nuestra diversidad bacteriana. El listado de oferta es amplio: kéfir, yogurt con probióticos, kombucha, miso por nombrar algunos. Prioriza los que más te gusten, pero intenta respetar los criterios de siempre: mejor vegetales que lácteos y mejor lácteos o legumbres que cereales.
Si bien la preparación es bastante simple, la idea de dejar un alimento para ser procesado por las bacterias genera pánico. Por eso, hoy existen en el mercado alternativas de alimentos que sí son realmente fermentados. Búscalos en tiendas especializadas. Es nuestro deber recuperar un sano equilibrio de nuestra digestión, y los alimentos fermentados ayudarán a lograrlo. Cualquier buen plan de alimentación debe incluirlos.